Un escenario sencillo: el administrador de un inmueble grande sustituye las bombillas incandescentes de las escaleras por lámparas retrofit LED. Un técnico mide la luminosidad y comprueba que esta sea la obligatoria. El potencial de ahorro es muy prometedor: además de la disminución del consumo energético, la larga vida útil de los componentes debe garantizar también unos costes de mantenimiento reducidos. Pero, de repente, fallan los interruptores automáticos de escalera. Durante la revisión se detectan contactos quemados o soldados: los aparatos han sufrido una sobrecarga, a pesar de haberse reducido notablemente la potencia nominal de la instalación.
¿Cómo es posible que una lámpara LED con una potencia nominal de unos pocos vatios destruya un contacto de conmutación que está diseñado para soportar una potencia muchas veces mayor? La respuesta se encuentra observando con atención las corrientes de conexión: en las bombillas incandescentes, el filamento frío en espiral genera corrientes de conexión típicas que son diez veces superiores a la corriente nominal correspondiente. En las lámparas LED y de bajo consumo con su característica capacitiva se constatan impulsos de corriente de conexión en la gama µs que pueden ser más de 1.000 veces superiores a la corriente nominal. Una medición realizada en nuestro laboratorio de ensayo autorizado por la VDE dio como resultado, en el peor de los casos, una corriente de conexión de 19 A con una lámpara LED de 1,8 W, es decir, ¡1.706 veces superior a la corriente nominal!
En este punto también se han advertido problemas con el preaviso de desconexión (parpadeo doble o similar según la norma DIN 18015-2): el parpadeo no siempre se ve bien, puesto que el sistema electrónico de preaviso o los condensadores del LED amortiguan la desconexión. La conmutación reiterada supone una carga adicional para la duración del aparato.
Dos contactos para cualquier tipo de conmutación:
Contacto previo de tungsteno.
Las corrientes elevadas exigen contactos especiales. Theben utiliza, además de óxido de estaño y plata (AgSnO2), una combinación de dos contactos que cierran uno detrás de otro: el contacto previo de tungsteno. El contacto en avance está hecho de tungsteno de alta resistencia y muy constante. Este amortigua la corriente de conexión y, al mismo tiempo, la limita. De este modo, el contacto principal de baja resistencia óhmica no se carga con picos de conexión. Theben utiliza este relé en los interruptores horarios programables digitales TR 609 top2 S y SELEKTA 174 top3, así como en los detectores de movimiento Performance theLuxa P y el detector de presencia theRonda P.
Conmutación en el punto exacto:
Conmutación en paso por cero.
Por lo general, los conmutadores diseñados para la carga C (capacitiva) se comportan mejor con las corrientes de conexión. En este caso, Theben apuesta por soluciones especialmente eficientes, como la denominada conmutación en paso por cero. Esta calcula el paso por cero de la curva sinusoidal de la tensión alterna. En este momento, la corriente de conexión durante la conmutación es mínima. Este tipo de conmutación protege el contacto de relé y prolonga su vida útil, incluso con cargas de conmutación nominalmente altas. Prácticamente todos los aparatos de la serie top2, los detectores de movimiento theLuxa S y el detector de presencia PlanoCentro están equipados con ella.
Conmutación ecológica y segura:
Contactos libres de cadmio.
Durante mucho tiempo el óxido de cadmio se ha considerado como un material de contacto ideal para corrientes de conexión elevadas. Actualmente, la directiva RoHS prohíbe su uso, aunque existen excepciones para contactos de conmutación eléctricos. No obstante, Theben ya empezó a utilizar materiales de AgSnO2 no contaminantes con el cambio de milenio. Estos materiales ofrecen propiedades de conmutación y de contacto equivalentes o, en parte, incluso mejores, como una mayor resistencia a la erosión eléctrica, una mayor resistencia a la soldadura y una tendencia notablemente menor a la migración de material en régimen de corriente continua.